La intención de todo creador se basa en la búsqueda de la marca personal y la originalidad de su obra.
La identidad del artista es la base para intentar crear algo único como objetivo último. Estudiar el concepto y la intención para con el proyecto es la base del éxito.
Como ya sabemos de antemano, la finalidad de cada proceso creativo debe basarse en un conocimiento previo, ya que no es lo mismo diseñar un producto, un tatuaje, un diseño de interior, un personaje ilustrado para un libro o un proyecto personal para cualquier otro fin.
Me gustaría en este momento contaros mi experiencia como creadora, porque es justamente mi talón de Aquiles de lo que estoy hablando. En ocasiones se me escapa y dejo de lado el estudio y la perseverancia para alcanzar un fin óptimo.
Desde que empecé mi trayectoria artística he tenido sucesivos momentos y con ello sucesivos objetivos, sin pararme muchas veces en la finalidad que estaba buscando, y es que, los proyectos personales implican corazón y alma, y esto muchas veces nos supera a nivel personal.
Por consiguiente, recomiendo encarecidamente que os sentéis, reflexionéis, estudiéis y una vez establecidos los objetivos los plasméies en un papel, a poder ser en una pequeña libreta, donde vayáis dejando la vida de vuestro proyecto. Con ello veréis tanto lo bueno como lo malo, es decir, las carencias y virtudes del mismo y podréis haceros autocrítica.
Comento lo de las libretas de "a bordo" porque me parecen esenciales para todo creador, puede ser que hoy en día esa libreta vaya en forma de portátil o tablet, pero yo siempre recomiendo no perder el contacto con los materiales y sobre todo con la escritura y la lectura.
No voy a mentiros, el mundo de la creatividad no suele ser un camino de rosas "a priori" pero sí a nivel mental y sentimental.
Si sois capaces de llegar a sentir aquello que estáis creando, allí es donde está el éxito.
La personalidad única de un diseño nace del estudio previo, de los bocetos, del interés en la lectura y el aprendizaje, de la interpretación personal y la manera de plasmar e interiorizar las creaciones existentes, observando y creando las nuestras.
Al fin y al cabo la realidad es solo de quien la observa y la imaginación es de quien tiene la capacidad de crearla.
Por ello e intentando no caer en lo reiterativo; para todo proyecto personal necesitamos sentarnos, pensar, estudiar y olvidarnos de aquella pequeña mentira basada en la creencia de que todo artista tiene una musa y momentos de creatividad.
La creatividad se trabaja y es cuando la trabajamos cuando surge la llamada inspiración.
Autora: Beatriz Chao Abuín